Algunos somos más arriesgados que otros y el mercado de valores lo sabe, es por eso que ofrece opciones para todos los inversionistas, desde los más precavidos hasta los más osados. Cuando usted invierte a través de entidades supervisadas por la Superintendencia General de Valores (entiéndase Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión y los Puestos de Bolsa) ellas están en la obligación de elaborarle un “Perfil del inversionista” con base a:
- Sus necesidades o metas financieras (construir casa, ir de viaje, complementar su pensión, pagar un tratamiento médico),
- Plazo de inversión o para cuándo ocupa el dinero (el próximo mundial de futbol, año en que empiezan a estudiar los hijos, las próximas vacaciones, todos los meses)
- Tolerancia al riesgo o cuánto estaría dispuesto a perder del monto inicial que vaya a invertir.
Con base a lo anterior, las entidades le ofrecerán el servicio de asesoría de inversión o recomendaciones de cuáles productos de inversión se ajustan mejor a su perfil, de ahí la necesidad de que sea lo más honesto y objetivo posible durante la entrevista que le harán. Tome en cuenta que la información que les vaya a proveer será confidencial y de uso exclusivo de la entidad; todo lo anterior es similar a pagarle la consulta a un doctor para describirle sus molestias y que le provea un diagnóstico y un tratamiento, en ambos casos es un servicio que se paga, en donde le conviene ser amplio y sincero y al final es usted quien decide si sigue las recomendaciones del profesional o no.
Usted puede abstenerse de que le elaboren el perfil, pero sepa que el mismo es para su bienestar como inversionista y un mecanismo de protección en caso de alguna futura denuncia ante la Superintendencia General de Valores por una inadecuada asesoría.